Este miércoles, el jefe del Estado Mayor estadounidense, Mark Milley ha advertido que Rusia está perdiendo en todos los frentes de batalla y en todos los aspectos de la guerra —operativo, táctico y estratégico—, pero eso no implica que Ucrania tenga muchas posibilidades de lograr la victoria por la vía militar en un futuro previsible.
Tras una reunión virtual de urgencia del Grupo de Contacto para la defensa de Ucrania, el secretario de Defensa Lloyd Austin y el máximo mando militar estadounidense, consideran que se trató de un misil antiaéreo ucranio, disparado para neutralizar un cohete ruso y que cayó por accidente del otro lado de la frontera. Solo ese día, Moscú lanzó decenas de cohetes contra objetivos en el país que ha invadido desde febrero, en el bombardeo más intenso del conflicto. Ucrania, por contra, insiste en que se trató de un proyectil ruso.
“Sean cuales sean las conclusiones finales, está claro que la responsabilidad última de este incidente recae sobre Rusia, que lanzó una avalancha de misiles sobre Ucrania destinada específicamente a golpear su infraestructura civil. Ucrania tiene todo el derecho a defenderse”, así lo considera Washington.
Este mensaje ha sido repetido una y otra vez en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Pentágono.
Austin declaraba en la apertura de una reunión de urgencia virtual del Grupo de Contacto para defensa de Ucrania, formada por más de cincuenta países: “lo que sabemos es el contexto en el que todo esto ha ocurrido. Rusia acumula revés tras revés sobre el campo de batalla y ha puesto a los civiles ucranianos y las infraestructuras civiles en su punto de mira”.