Siendo uno de los problemas número uno en el gobierno de Biden, el flujo de migrantes con los países centroamericanos, Biden asigna a Kamala Harris supervisar los esfuerzos para detener el flujo.
Biden comentó a algunos periodistas antes de la reunión de inmigración en el Comedor Estatal de la Casa Blanca «Le pregunté a ella, la vicepresidenta, hoy, porque ella es la persona más calificada para hacerlo, para liderar nuestros esfuerzos con México y el Triángulo Norte, y los países que pueden ayudar, necesitan ayuda para detener el movimiento de tanta gente, la migración a nuestra frontera sur».
Debido a que no dejan de llegar migrantes a la frontera, provoca una lucha y un problema político para su acomodo por parte de la administración como de la Casa Blanca.
Kamala Harris comentó: «Gracias, señor presidente, por confiar en mí. No hay duda de que esta es una situación desafiante», «Si bien tenemos claro que la gente no debe venir a la frontera ahora, también entendemos que haremos cumplir la ley y que también, porque podemos masticar chicle y caminar al mismo tiempo, debemos abordar las causas fundamentales que causan gente para hacer la caminata —como ha descrito el presidente— para venir aquí».